Los fletes y la recuperación económica

La pandemia ha sido un periodo lleno de retos para la economía. Los cierres prolongados y el aumento vertiginoso en la demanda de mercancías provocaron un crecimiento en el sector logístico y se puso una enorme presión en la cadena de suministros.

Esto se debió a la escasez de contenedores, de mano de obra, a la baja capacidad de transporte de los buques portacontenedores, a las continuas restricciones para evitar la propagación del virus y esto provocó tráfico en los puertos.

El tráfico en los puertos y los problemas en las terminales portuarias han provocado rezagos importantes que han resultado en pérdidas económicas.

Como resultado de estos rezagos, los precios de los fletes han aumentado y se prevé que lo hagan aún más durante el año hasta que se solventen las interrupciones en la cadena de suministros.

Como ejemplo podemos mencionar la tarifa del índice de carga contenerizada de Shanghái. Su ruta de Shanghái a Europa tenía un costo menor a 1000 dólares en junio de 2020, para finales de ese año ya rondaba los 4000 dólares y a finales de julio de 2021 había alcanzado 7395 dólares.

No sólo subieron considerablemente los precios, sino que los propietarios de la carga sufrieron retrasos, recargos y una serie de costos adicionales que les impedían garantizar la velocidad de sus envíos en contenedores.

Como en todas las emergencias de esta naturaleza, todos se ven afectados, aunque no en la misma medida. Se estima que los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo tendrán un mayor impacto por el aumento en el costo de los fletes, tanto que podrían notar que las importaciones aumenten en un 24% y los precios al consumo en un 7.5%.

Aunque los daños se ven en todas partes, Europa ya está experimentando una escasez de bienes de consumo importados de Asia. El aumento en la tarifa de los fletes tiene un gran impacto que incluso se traducirá en un aumento en los costos de producción.

Si la producción es más costosa, existe la posibilidad de que repercuta en un incremento de precios al consumidor, sin duda alguna esto tiene el potencial de desacelerar economías en las que el consumo y la producción dependen del comercio.

Se requiere la participación de los gobiernos para garantizar entornos de comercio justos y a buscar la manera de bajar los costos de los fletes en beneficio de todos. 

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